En medicina estética, los rellenos dérmicos y los neuromoduladores son dos de los tratamientos más utilizados para rejuvenecer el rostro. Aunque a menudo se confunden, cumplen funciones distintas. En este artículo, explicamos sus diferencias y cuál puede ser la mejor opción según tus necesidades.
¿Qué son los rellenos dérmicos?
Los rellenos dérmicos, como el ácido hialurónico, son sustancias biocompatibles que se inyectan en la piel para:
- Restaurar volumen en zonas como pómulos, labios y mentón.
- Atenuar arrugas y líneas de expresión.
- Mejorar la hidratación y elasticidad cutánea.
¿Qué son los neuromoduladores?
Los neuromoduladores actúan relajando la musculatura facial para prevenir y suavizar arrugas dinámicas. Se utilizan principalmente para:
- Atenuar líneas de expresión en la frente, entrecejo y patas de gallo.
- Levantar sutilmente las cejas o la comisura de los labios.
- Prevenir la formación de arrugas profundas con el tiempo.
Principales diferencias entre ambos tratamientos ¿Cuál elegir?
Si tu objetivo es suavizar líneas de expresión, los neuromoduladores son la mejor opción.
Si deseas recuperar volumen o mejorar la hidratación de la piel, los rellenos dérmicos serán más adecuados. En muchos casos, una combinación de ambos tratamientos ofrece los mejores resultados.
Por tanto, ambos tratamientos son seguros En Meditul, nuestra clínica de medicina estética en Madrid, realizamos una evaluación detallada para recomendarte la mejor opción según tu anatomía y expectativas.
RELLENA NUESTRO FORMULARIO
Y NUESTRO EQUIPO TE CONTACTARÁ EN BREVE